Sabemos que los dientes de leche se tienen que caer para que puedan crecer los dientes permanentes. Este proceso tarda seis años o más.
Generalmente, los niños se emocionan cuando sienten que uno de sus dientes se mueve y que, por lo tanto, pronto los visitará el “Ratoncito de los Dientes” o el “Ada de los Dientes”. Por otro lado, algunos pequeños sienten miedo de que la caída del diente sea un proceso doloroso. Si éste es el caso, puedes brindarle tranquilidad a tu hijo/a asegurándole que probablemente no dolerá.
El primero en salir es el primero en caerse
Los dientes de leche de un niño, típicamente empiezan a brotar entre los 4 y 7 meses de edad. La mayoría de los niños ya cuentan con todos sus 20 dientes de leche bien instalados a los 3 años.
Los dientes de leche suelen caerse en el mismo orden en que salieron; esto significa que los dientes del medio de la mandíbula inferior normalmente son los primeros en caerse (alrededor de los 5 años). Los dos superiores centrales serán los siguientes. Algunos niños pierden sus primeros dientitos a los 4 años, mientras que otros comienzan alrededor de los 7 años. Por lo general, mientras más temprano le brotan los dientes a un niño, más pronto se le caen.
Hay niños que empiezan a perder los dientes de leche muy temprano, antes de que los permanentes estén listos para salir. Esto puede deberse a un accidente o a una enfermedad dental. En estos casos, el dentista suele colocar una prótesis de plástico (hecha a la medida) donde estaba el diente de leche, para mantener el espacio mientras que sale el diente definitivo y así evitar problemas futuros de espaciamiento entre los dientes.
Si a tu niño/a se le empiezan a caer los dientes de leche antes de los 4 años, te recomendamos consultar con un dentista para asegurarte que no se trata de una enfermedad.
También puede suceder que un niño de 7 años todavía no comience a cambiar los dientes de leche. Aunque lo más probable es que no tenga ningún problema, es aconsejable llevarlo al dentista para que le haga algunos estudios de rayos X.
Adiós dientes de leche
Tu niño/a puede ayudar a que el diente que está flojo se caiga, moviéndolo suavemente y torciéndolo si está a punto de caerse, ya que la raíz está probablemente desintegrada.
Sin embargo, recuérdale a tu hijito/a que no debe arrancar un diente si no está listo para caerse, ya que la raíz quedará más propensa a una infección. A veces, los dientes de leche que están flojos tardan en caerse.
La pérdida de los dientes de leche generalmente no es dolorosa. Si tu hijito/a se queja de dolor en el fondo de su boca, es posible que le estén brotando los molares.
Bienvenidos dientes definitivos
Es normal que los dientes nuevos sean más grandes. Los dientes permanentes también suelen ser menos blancos que los de leche y más afilados, debido a que todavía no se han gastado.
Aunque no es muy común, existen casos en los que algunos dientes permanentes aparecen antes de que los de leche se caigan, creando dos hileras de dientes (dientes de tiburón). No te asustes, ya que esta etapa es temporal.
Ahora que los dientes permanentes empiezan a salir, cepillarse los dientes es más importante que nunca. Seguramente tendrás que supervisar y ayudar a tu hijito/a hasta que tenga unos 8 años.
Se recomienda que al principio uses una pasta de dientes sin flúor, hasta que tu niño/a aprenda a escupir, sobre todo si el agua de la llave ya contiene fluoruro.
Es recomendable que le renueves su cepillo de dientes cada dos o tres meses, para reducir la proliferación de bacterias dañinas y mantener el cepillo en buen estado. Asegúrate de llevar a tu hijo al dentista dos veces al año.
La mayoría de los niños pierden sus últimos dientes de leche alrededor de los 12 años de edad, cuando los molares aparecen.
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Janita
Fuente: www.espanol.babycenter.com