¿Qué es una alergia?
La alergia es una reacción del sistema inmunitario a una sustancia del ambiente llamada alérgeno. Cuando un niño con alergias entra en contacto con alguna de estas sustancias (al tocarlas, inhalarlas, comerlas o si se las inyectan), su organismo las detecta como un invasor peligroso y libera histaminas y otras sustancias químicas para rechazarlas.
Estas sustancias químicas producen irritación en su organismo y provocan síntomas como mucosidad clara (la nariz gotea con frecuencia), estornudos, comezón y tos. Los síntomas pueden ser leves o severos, intermitentes (en ciertas temporadas) o continuos (si está expuesto constantemente al alérgeno).
En algunos casos el alérgeno puede causar una reacción severa llamada shock anafiláctico. Esto es una emergencia médica que incluye dificultad para respirar y para tragar y puede ser fatal.
¿Cuáles son algunos alérgenos comunes?
Entre los posibles alérgenos se encuentran los alimentos, los medicamentos, los insectos, la caspa de los animales, los ácaros del polvo, el moho y el polen. Los alérgenos pueden causar síntomas respiratorios (como alergias nasales o rinitis alérgica), síntomas de la piel (por ejemplo, un eczema) o problemas intestinales (alergias a los alimentos).
¿Qué tan comunes son las alergias en los niños?
Los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC por sus siglas en inglés), presentaron los siguientes datos en 2011 (que se basan en información de la Encuesta Nacional de Salud de Estados Unidos):
Alergias a los alimentos: 4.5% de niños menores de 18 años tenían este tipo de alergia (en el 2000 el mismo porcentaje era 3.5).
Alergias de la piel: 10.7% de niños menores de 18 años tenían este tipo de alergia (en el 2000 el mismo porcentaje era 7.3).
Alergias respiratorias o al polen: 16.6% de niños menores de 18 años tenían este tipo de alergias.
¿Cuál es la causa de la rinitis alérgica?
Entre los factores que suelen desencadenar las alergias encontramos:
- Ácaros del polvo: organismos microscópicos que prosperan en las escamas de la piel humana. Alrededor del 85 por ciento de las personas que padecen alergias son alérgicos a los ácaros del polvo.
- Caspa de los animales: pequeñas escamas blanquecinas de gatos, perros y otros animales con pelo.
- Polen: particularmente el que proviene de árboles, césped y hierbas.
- Moho: hongos que se encuentran en lugares mojados y húmedos, por ejemplo, baños y sótanos.
Algunos niños son alérgicos a las almohadas de plumones y de plumas, o a las cobijas de felpilla o de lana. El humo del cigarrillo puede hacer que los síntomas de la alergia empeoren. Evita que tus hijos se conviertan en fumadores pasivos.
¿Son hereditarias las alergias?
Si bien un niño puede heredar la tendencia a ser alérgico, no necesariamente heredará una clase específica de alergia. Por ejemplo, si uno de los padres biológicos es alérgico a los gatos, hay una probabilidad del 40% a 50% de que su hijo también tenga alguna clase de alergia. Esa probabilidad sube a entre un 75% y 80% cuando ambos biológicos padres padecen alergias.
Sin embargo, es posible que los miembros de una misma familia tengan alergias a distintas cosas.
Si mi niño es alérgico, ¿cuándo lo sabré?
Eso dependerá en la frecuencia con la que tu niño ha estado expuesto al alérgeno. Cada persona tiene un umbral al que debe llegar antes de que un alérgeno produzca una reacción, y este umbral puede tardar varios meses en alcanzarse.
Si tu pequeño heredó la tendencia a ser alérgico a la caspa del gato, puede que no tenga ningún tipo de problema durante los primeros meses que esté con el animal o quizás tenga una reacción leve. Pero en algún momento, cuando el nivel de exposición llegue a su umbral, su organismo reaccionará y tendrá una reacción alérgica más severa.
Las alergias de temporada a cosas como el polen y el césped por lo general no aparecen hasta que el niño tiene más o menos entre 3 y 4 años de edad, porque no está expuesto a estos alérgenos más que unas semanas al año.
¿Cómo puedo averiguar a qué es alérgico mi niño?
Se requiere un trabajo minucioso de investigación, y a veces es necesario contar con la ayuda de estudios médicos para averiguar con exactitud la causa de una alergia. El momento en el que se produce el ataque de alergia puede ser una pista importante.
Las alergias al moho por lo general se manifiestan durante el tiempo húmedo o lluvioso y pueden ser difíciles de distinguir de los resfriados. Las alergias a los ácaros del polvo o a la caspa de los animales suelen ocasionar congestión por la mañana a lo largo de todo el año. Las alergias relacionadas con el polen son más comunes en la primavera, el verano y el otoño.
Si alejas a tu pequeño de la mascota (por ejemplo, durante unas vacaciones) y lo notas mejor, tendrás una buena pista, aunque no es una prueba concluyente. También deberías investigar si el bebé es alérgico a alguna otra cosa que haya en tu casa.
Si tus propias averiguaciones no te dan la respuesta, es hora de consultar con el médico. Este podría referirte directamente a un especialista en alergias o tal vez te sugiera un análisis de sangre para medir los niveles de anticuerpos IgE (alergia) en la sangre del niño.
Los análisis de sangre pueden ser menos precisos que las pruebas cutáneas. De modo que si el análisis de sangre indica la posibilidad de que haya una alergia, el próximo paso es que le hagan una prueba cutánea. Para ello, será necesario que consultes con un especialista en alergias.
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Janita
Fuente: https://espanol.babycenter.com
Foto: https://www.pexels.com/photo/sick-little-girl-blowing-nose-with-tissue-lying-in-bed-3887616/
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